El proyecto arqueológico de La Blanca, en la región guatemalteca de Petén, está de enhorabuena. Un friso del siglo séptimo es el regalo de su décimo aniversario, que celebra este año con una exposición que se acaba de inaugurar en la Universidad Politécnica de Valencia y posteriormente irá a Madrid.
El año pasado recibió otro regalo, el que otorga la Archaeological Institute of America por buenas prácticas en la preservación de espacios arqueológicos y que hasta entonces no había recaído a ningún proyecto fuera de los Estados Unidos.
El hallazgo consiste en una franja de piedra decorada situada bajo la acrópolis maya sobre la que el equipo de investigación dirigido por la arqueóloga Cristina Vidal (Universitat de València) y el arquitecto Gaspar Muñoz (Universidad Politécnica de Valencia) lleva trabajando diez años, junto a la Universidad San Carlos de Guatemala. Se trata de un elemento "excepcional, por lo bien conservado que está", subraya Muñoz, y puede constituir un precedente de la "arquitectura mosaico" hallada en otros enclaves mayas septentrionales que se han datado un siglo después que el de La Blanca.
El mosaico tiene como pieza central un "personaje sobrenatural", especifica Vidal, con aspecto monstruoso, al que le falta su gran nariz. La arqueóloga puntualiza que este apéndice nasal debió ser suprimido "ritualmente". Uno de los rasgos más notables de este autorrelieve es que "no es totalmente plano, sino que se aprecia el giro y la inclinación de los distintos volúmenes que lo conforman, lo que provoca que la visión del conjunto converja en el personaje central".
Desarrollo y nuevas tecnologías
J. M. J.
La exposición La Blanca. Una década de Patrimonio para el Desarrollo, muestra, por primera vez al público, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV, los principales hallazgos arqueológicos realizados por los investigadores valencianos en esta área maya guatemalteca desde el año 2004.
La muestra recoge varias iniciativas para el desarrollo de la zona, vinculadas a los yacimientos, incluidos programas de formación y de impulso a la emancipación de las mujeres. Un centro de interpretación creado en La Blanca ha propiciado el aumento de visitantes al asentamiento, más aún desde la obtención del premio estadounidense.
Tanto en las investigaciones en La Blanca, en 2009 los investigadores valencianos iniciaron los trabajos en un segundo asentamiento cercano, conocido como El Chilonché, situado a 17 Km. en dirección Sureste de La Blanca, junto con los investigadores de la Universidad San Carlos de Guatemala. En ambos, utilizan nuevas tecnologías que se explican en la exposición, en la toma de datos y documentación de los vestigios arqueológicos y la arquitectura, así como en la elaboración de los resultados obtenidos.
Para la exhumación de los restos funerarios, por ejemplo, se han empleado técnicas innovadoras de extracción y conservación en bloque de restos óseos. Así se pueden estudiar con más detenimiento en el laboratorio, explican los paneles de la muestra.
Los numerosos entierros hallados son testimonio del "colapso" de la civilización clásica maya.
El uso del escáner láser, por ejemplo, permite reproducir digitalmente algunos de los elementos arquitectónicos y escultóricos significativos encontrados en estos valiosos enclaves. Ha posibilitado obtener nuevas imágenes de edificios en tres dimensiones y realizar un mejor análisis arquitectónico de aquellas construcciones.
Completan el friso otros motivos menores parecidos al central, incluida la cabeza de una serpiente bicéfala . "Es la primera vez que tenemos un elemento figurativo de este calibre en La Blanca", asegura Gaspar Muñoz.
La exposición La Blanca. Una década de Patrimonio para el Desarrollo, muestra, por primera vez al público, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV, los principales hallazgos arqueológicos realizados por los investigadores valencianos en esta área maya guatemalteca desde el año 2004.
La muestra recoge varias iniciativas para el desarrollo de la zona, vinculadas a los yacimientos, incluidos programas de formación y de impulso a la emancipación de las mujeres. Un centro de interpretación creado en La Blanca ha propiciado el aumento de visitantes al asentamiento, más aún desde la obtención del premio estadounidense.
Tanto en las investigaciones en La Blanca, en 2009 los investigadores valencianos iniciaron los trabajos en un segundo asentamiento cercano, conocido como El Chilonché, situado a 17 Km. en dirección Sureste de La Blanca, junto con los investigadores de la Universidad San Carlos de Guatemala. En ambos, utilizan nuevas tecnologías que se explican en la exposición, en la toma de datos y documentación de los vestigios arqueológicos y la arquitectura, así como en la elaboración de los resultados obtenidos.
Para la exhumación de los restos funerarios, por ejemplo, se han empleado técnicas innovadoras de extracción y conservación en bloque de restos óseos. Así se pueden estudiar con más detenimiento en el laboratorio, explican los paneles de la muestra.
Los numerosos entierros hallados son testimonio del "colapso" de la civilización clásica maya.
El uso del escáner láser, por ejemplo, permite reproducir digitalmente algunos de los elementos arquitectónicos y escultóricos significativos encontrados en estos valiosos enclaves. Ha posibilitado obtener nuevas imágenes de edificios en tres dimensiones y realizar un mejor análisis arquitectónico de aquellas construcciones.
Completan el friso otros motivos menores parecidos al central, incluida la cabeza de una serpiente bicéfala . "Es la primera vez que tenemos un elemento figurativo de este calibre en La Blanca", asegura Gaspar Muñoz.
Se trata de una representación en relieve de grandes dimensiones, "que presenta una gran complejidad geométrica", explican. Las figuras están muy esquematizadas geométricamente, es decir se trata de un arte "muy evolucionado" y cabe relacionarlo con los hallazgos del yacimiento de Rio Bec, en el vecino estado mexicano de Campeche. Es relativamente grande, con 4,75 metros de largo por 1'80 de alto.
El friso de La Blanca fue descubierto a finales del año pasado y actualmente se encuentra cubierto. Cubrirlo fue precisamente lo que hicieron los antiguos moradores de la acrópolis sobre la que hasta ahora ha estado trabajando este equipo multidisciplinar, para construir sobre los edificios precedentes. "Lo taparon, lo clausuraron, no pensando en preservarlo para el futuro sino por una especie de respeto", puntualiza el arquitecto valenciano.
Los investigadores españoles lo descubrieron a través de un túnel de saqueo abierto por salteadores que les dio acceso a la parte interior del edificio que decoraba. Posteriormente, accedieron por la parte frontal, en la fachada de oeste de esta subestructura, abriendo una pequeña zanja.
Tras volverlo a tapar, continúan explorando las inmediaciones con la esperanza de encontrar "uno simétrico", explica Cristina Vidal. El objetivo de curbrirlo de nuevo es garantizar su conservación y evitar que sea víctima de los saqueos que han asolado a esta zona, aclara el profesor Muñoz.
Este mismo equipo lleva a cabo las excavaciones de otra ciudad maya, la de Chilonché, que halló recientemente la primera pintura al fresco de Guatemala. El proyecto de La Blanca está vinculado, además, al crecimiento local, convertido en un pequeño motor de desarrollo de la aldea. Unas 20 o 25 personas de la zona trabajan habitualmente con el equipo de investigadores, durante unos cuatro meses al año.
Ese es el tiempo que duran las investigaciones en virtud de la financiación obtenida, que procede del Ministerio de Cultura, de la Fundación Príncipe Claus de Holanda y de las propias universidades. "Es el único proyecto español en el área maya", subraya Gaspar Muñoz, mientras saluda en la exposición a Manuel May, un investigador guatemalteco de La Blanca que este mismo viernes expone su tesis doctoral sobre la arquitectura maya en la Universidad Politécnica.
Fuente: ElPais
Tomado de: http://vdeverdadnews.com/articulo/investigadores-valencianos-destapan-un-valioso-friso-maya-en-guatemala
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