Visualizacións de páxina totais

xoves, 7 de agosto de 2014

Un 'cepo Romano' de entre los siglos II a.C. y III d.C, hallado en aguas de Girona

Un 'cepo Romano' de entre los siglos II a.C. y III d.C, hallado en aguas de Girona
También una bola de cañón del siglo XVII.
Efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil con base en l’Estartit (Girona), conjuntamente con Técnicos del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), recuperaron ayer dos piezas arqueológicas descubiertas durante una inmersión por un submarinista.

Las piezas son un “Cepo de ancla Romana” (parte de un ancla), denominada “cepo Romano” que, a la espera de una datación más precisa, pudo haber sido fabricado entre los siglos II a.c. y el III d.c.; la otra es una bala de cañón cuya datación sí se corresponde con el siglo XVII.

El hallazgo fue realizado de forma casual el día 4 de agosto, durante una inmersión del Centro de Inmersión Colera, próximo a la Punta de la Marce, del término municipal de Colera (Girona), en un fondo de arena a unos 20 metros de profundidad. En la tarde del mismo día el Director Técnico de dicho Centro de Inmersión comunicó el hallazgo al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. 

El GEAS inició labores de prevención encaminadas a la Protección del Patrimonio Histórico Nacional, dentro del Plan Nacional establecido por dicho Instituto, poniéndolo en conocimiento del director del Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya (CASC), Órgano de la Generalitat que ejerce las competencias en materia de Patrimonio Cultural Subacuático.

En una inmersión posterior de un equipo interdisciplinar compuesto por técnicos del CASC (con quien la Guardia Civil mantiene estrecha colaboración a la hora de realizar este tipo de servicios) y especialistas GEAS de la Guardia Civil, se procedió a realizar una prospección sistemática en el entorno del hallazgo, constatando la ausencia de otros restos asociados, lo que permite cualificar estas piezas de resto aislado.

Se trata de un cepo de ancla de plomo con alma de madera, sin inscripciones, a tenor de lo que puedan revelar las pesquisas de laboratorio. Una vez que finalice el proceso de desalinización y limpieza, se comprobará si cuenta con alguna marca en relieve, de tipo ornamental o epigráfica. Las dimensiones son unos95 cm de largo por 20 de ancho y un peso 
de aproximadamente 40 kilos. Su estado de conservación es bueno, ya que apenas presenta concreciones marinas, lo que demuestra que a lo largo de los siglos ha estado cubierto y descubierto alternativamente por el fondo arenoso.

Cabe destacar que este tipo de piezas tiene prohibido todo tipo de comercialización. Ambos restos arqueológicos han quedado a disposición del CASC, organismo que procederá a su tratamiento y conservación, de acuerdo a los protocolos fijados por la UNESCO.
Tomado de: http://www.elimparcial.es/noticia/140822/

Ningún comentario:

Publicar un comentario